Steph y yo nos conocimos en 2019, platicando de cualquier trivialidad y, la conexión y el amor sí fueron a primera vista. Siempre hemos llevado una relación sana, madura, empática, con muchas metas en conjunto, comunicación asertiva, pero sobre todo, mucho amor sincero e incondicional. 3 años después, llenos de muchas aventuras juntos y del apoyo incondicional de nuestras familias y amistades, nos comprometimos para casarnos y compartir el resto de nuestras vidas juntos y seguir consechando más metas.